Dicen que la mejor etapa del ser humano es la juventud. Es en esta etapa donde descubres la persona que eres, donde defines quién quieres ser y qué quieres lograr. Es una etapa de autoconocimiento y reflexión. Es el tiempo perfecto para descubrir el mundo, para atreverte, equivocarte y aprender. Es la mejor etapa para conocer gente, lugares, culturas y un sinfín de cosas que la vida te ofrece. Y aunque parezca extraño, también es la mejor etapa para alejarte del amor.
Muchas personas están ansiosas por tener a quien amar, pero yo no. No es que le tenga miedo al amor o que no crea en él; al contrario: tengo ganas de amar con toda mi alma, pero quiero estar preparada para cuando ese momento llegué. Quiero estar segura de querer compartir mi tiempo con alguien, y aún no lo estoy. Hoy sé que la única persona con la que debo compartir mi tiempo y mi vida es conmigo misma.
Me encanta pasar tiempo a solas, me gusta disponer de mi tiempo para salir con quien quiera y a donde quiera. Tengo prioridades y entre ellas ahorita no está el amor. Tal vez suene un poco egoísta o infantil, pero no es así. Sé que para amar a alguien primero debo amarme a mí misma y la única manera en que lo lograré es conociéndome.
Aún soy joven, aún tengo mucho camino por delante, así que no es el momento para entregarme a alguien que no sea yo. He escuchado decir que “todo llega a su tiempo” y estoy segura de que el tiempo de enamorarme aún no ha llegado. Tampoco espero que llegue cuando todo sea perfecto, eso es imposible, simplemente quiero estar lo más preparada posible para amar, compartir y dar desinteresadamente y con la intensidad que cualquier ser humano merece ser amado.
Antes de amar a alguien, quiero sentir la libertad, sentirme plena, conocer la felicidad por mi misma y no por alguien más. Así, si algún día fracaso en el amor, sabré que puedo seguir siendo feliz. Antes de que alguien más me dé su compañía, quiero ser mi propia compañera.
Nunca he dejado de creer en el amor, no estoy cerrada a él para siempre. No quiero pasar mi vida sola. Sólo sé que aún no es el momento. No tengo miedo de dejar pasar oportunidades de amar, porque me estoy dando la oportunidad de amarme a mí misma, y eso es mucho mejor que cualquier otra cosa. Creo en el amor, sólo que por ahora tiene que esperar.