Hoy a la distancia pienso en ti, en mí, en nosotros… en esos momentos que quisiera vivir de nuevo solo para ver si hubiera podido cambiar algo pero, después de todo, creo que es mejor así, aunque duela y los reproches sigan apareciendo.
He tratado de escribir cómo me siento, lo que he pasado ahora que no estás aquí, lo que quiero hacer de mi vida y lo que quisiera decirte si es que en algún momento mi corazón y mi alma se sienten seguros y tranquilos para hacerlo. Pero lo único que logro es pensar en el pasado y decir que…
Nunca fue mi intención alejarme de ti y no seguir luchando para que lo que había entre nosotros dos funcionara y no se secara y muriera. Pero llegó el momento en el que mis fuerzas ya no daban para más, en el que sabía que ya había hecho todo lo posible para seguir a tu lado. Sentí que mi dignidad poco a poco se apagaba frente al desánimo de que tú nunca luchaste, de que nunca hiciste lo posible para ayudarme a que el amor siguiera vivo. Al final de todo fuiste tú…
… Quien me alejó de tu vida, quien me demostró que ya no era tan indispensable para ti y que cualquiera podría tomar el lugar que siempre pensé que me perteneció a tu lado. Fuiste tú, tus acciones, tus palabras, tus desprecios los que me hicieron ver la realidad de lo que pasaba entre nosotros, lo que me hizo despertar del sueño en el que me encontraba. Fuiste tú quien me quitó la venda de los ojos para que pudiera ver lo poco en lo que me había convertido para ti.
Comenzaste a alejarme poco a poco y no encontré la manera de detenerte, de advertirte que algún día me perderías y que si era o había sido lo suficientemente importante para ti, tuvieras cuidado porque estaba a punto de irme, decirte que llegaría el día en el que no podría más, en el que tiraría la toalla y me iría, ya no habría marcha atrás.
Si me fui de ti no es porque yo lo haya querido sino porque fuiste tú quien me obligó, quien me desanimó y secó poco a poco todo el amor que tenía por ti. Ahora es todo diferente. Ahora no pienso volver porque si tomé la decisión de alejarme fue porque sabía que ya no me querías a tu lado y porque sabía que era lo mejor para ambos. Ahora, aunque vengas a pedirme que vuelva a tu lado no lo haré, porque mis sentimientos han cambiado, porque mi futuro ha tomado otro camino al ya no sentir lo que sentía por ti mientras estuve a tu lado. No puedo regresar porque quiero retener la poca dignidad que quedó de mí. No pienso volver porque hay oportunidades que solo se deben dar una sola vez, y si no se aprovechan uno debe optar por retirarse y no seguir perdiendo el tiempo en algo que se vuelve cada vez más complicado, cada vez más lejano, más inalcanzable.
Sabes cuánto fue que te quise y sabes muy bien todas las cosas que hice para demostrarte lo mucho que me importabas y las ganas que tenía de estar a tu lado, pero lamentablemente no supiste manejarlo; no supiste corresponderme y hacer lo posible por seguir. No quisiste luchar por mí y no dejarme ir. Confiaste y pensaste que el amor que sentía por ti era suficiente para permanecer a tu lado a pesar de todo, pero ahora ves que no fue así.