Terminar una relación sentimental nunca es fácil, al contrario; muchas veces es más difícil de lo que creemos. No sólo es el hecho de perder una pareja, también pierdes un amigo, un compañero, un confidente; pierdes a esa persona con quien salías a pasear, que te abrazaba al llorar, que escuchaba tus problemas. Romper con alguien es emocionalmente agotador. Dejar de lado todo y volver a comenzar es un proceso bastante complicado, aunque claro, no es imposible.
El día menos esperado aquel dolor que quedó tras la ruptura habrá desaparecido. Te encontrarás sonriéndole a la vida lista para volver a comenzar. Pero, aunque pasen los años y el dolor ya no esté, debemos admitir que siempre quedan esas dudas que nos gustaría resolver algún día.