Ojalá hubiera una varita mágica para transformar todas las relaciones en amores “a prueba de balas”, que duren toda la vida y un poco más. Pero no existe y el amor no es perfecto como lo hacen ver en los cuentos de hadas, ni tampoco tienen siempre finales felices.
No hay una receta que te diga qué hacer para que ese amor dure para siempre y pedir a las estrellas que esa persona nunca deje de amarte es inútil, por eso, mi consejo es que te quedes con alguien que esté dispuesto a luchar por ti cada día.
Si esa persona no te trae alegría a tu vida, déjala; si no te ilumina ni te construye, suéltala y si permanece pero no crece, aléjate. Quédate con alguien que esté dispuesto a luchar por ti cada día, con la persona te elija a diario, con ese que te vea tal como eres y se enamore de ti, de tus virtudes y defectos; quédate con quien conozca tus batallas y te motive a superarlas.
Quédate con esa persona que esté dispuesta a reparar en vez de tirar las cosas a la basura, con quien estés segura que las cosas estarán mejor si van de la mano. Quédate con quien te ame de verdad y te lleve en el pensamiento cada noche y cada día; con quien se muera por tus besos y vibre con tus caricias.
Quédate… no con ese que te ponga en un pedestal para luego dejarte caer, sino con ese que sea capaz de amarte. Con quien luche por ti, por sorprenderte, por conquistarte; con quien vea salir el sol en medio de una tormenta.
Quédate con quien te tome de la mano, te abrace cuando no lo pidas, te bese cuando estas enojada, con quien sepa ser amigo, compañero, cómplice y amante. Pero sobre todo, quédate con esa persona que te tenga como una prioridad en su vida. Quédate con quien esté dispuesto a hacerte feliz y luchar por ti hoy, mañana y siempre.