Cuando iniciamos nuestra relación todo parecía perfecto: había rosas y cenas románticas, paseos a la luz de la luna, vino mientras escuchábamos música y nos reíamos todo el tiempo. Había encontrado al hombre con el que soñé tanto tiempo y sentí que estaríamos juntos para siempre.
Curiosamente no tardaste en mostrarme tu verdadera cara, dejaste caer la mascara y pude ver quien eras en realidad. Un hombre inseguro y con miedos, alguien inaccesible con quien no se podía dialogar. Pero aún así, demasiado encantador para dejarte ir. Te habías ganado mi cariño y simplemente me había enamorado de ti.
Traté de no ser celosa, de mantener mi distancia y respetar tu privacidad; no soy de esa clase de mujeres que arrebata el celular para ver con quién estás hablando, siempre te dejé ser. Incluso cuando, tal vez motivado por un malicioso deseo de ser descubierto, me pedías que guardara tu móvil en mi casa; siempre supe que no debía entrometerme.
Sin embargo, con el tiempo te hiciste del delito; mientras caminábamos mirabas a otras chicas disimuladamente, incluso les sonreías al pasar y lo increíble era que a pesar de ir a tu lado, ellas respondían con otra sonrisa. Después las sospechas se fueron volviendo realidad, en varias ocasiones te descubrí llamando a alguien y escondías el teléfono, como si yo te fuera a armar una escena.
No puedo prohibirte nada, tú sabes mejor que nadie lo que estás perdiendo, porque entiendes que a pesar de tanto amor, no puedo permanecer al lado de un hombre que no puede respetarme.
Si me voy, es porque he encontrado que estar a tu lado es una gran perdida de tiempo, que tú nunca podrás tener ojos solo para mí, por que tienes la necesidad de llenar tu vacío con muchas mujeres, quienes nunca podrán darte lo que yo estaba dispuesta a dar por ti. Es una lástima, en verdad desee amarte como a nadie, siempre pensé que eras lo mejor que me había pasado en este mundo.
Quisiera, antes de marcharme, dejarte claro cuánto te amé en realidad, cómo anhelé una vida juntos y deseé que aprendieras a amarme solo a mí, apreciando todo lo que te di, pero cuando alguien no quiere, simplemente no se puede, y no voy a tratar de cambiar tu naturaleza. Acepto que no fuimos el uno para el otro y que el tiempo nos llevará por distintos caminos, para que cada uno encuentre lo que realmente merece.
Y la verdad es que sé que no vas a sufrir por mucho tiempo; pronto alguien suplirá mi lugar y quizá te olvides de mi rápido. Pero estoy segura, no sé en cuanto tiempo, de que algún día recordarás aquel amor que nos tuvimos y quizá lances un suspiro por mi.