Vivir separada de la persona que amas es casi un castigo para cualquier persona enamorada. Vives con el miedo de que todo termine un día y quedarte con ese sentimiento de vacío pensando en el “hubiera”. Piensas que cada momento de tu vida lejos de tu pareja es un día desperdiciado que pudo ser un gran recuerdo en su relación, y sin embargo están separados, extrañándose cada quien por su lado. Extrañar a una persona es justamente el pesar de su ausencia, y por más video llamadas, mensajes de texto y horas en el teléfono que pasen. Las relaciones de distancia tienden a ser cansadas, ya que siempre habrá una dosis de dolor de por medio.
Sin embargo, experimentar el verdadero sentimiento del amor es cada vez más complicado y tal vez por eso vivimos atados a la nostalgia de los romances de antes. Y tal vez quienes viven enamorados a larga distancia sean los verdaderos románticos de nuestras generaciones, porque alimentan su amor en la ilusión diaria de volver a ver a sus seres amados. En esta carta confesamos la realidad de vivir un amor así, que cuando se dan son incontrolables e irracionales, pero cien por ciento genuinos. Conoce los verdaderos pensamientos de una mujer en una relación a distancia.
Para el amor que está lejos de mi
Yo sé que una relación de este tipo es la más complicada y dolorosa de todas, sin embargo nosotros no la escogimos. Sólo elegimos amarnos, yo te elegí cuando te vi y tú a mi, aunque lamentablemente la vida tenía otros planes y decidió separar nuestros caminos. Sé que muchos pensarán que somos unos locos y que vivimos del recuerdo, que no avanzamos ni cerramos el capítulo que un día nos unió, pero yo sé que ambos somos los únicos en entender este amor. Por que a pesar de los kilómetros que nos separan, siempre uno de los dos regresa. Volvemos en forma de las sonrisas que nos enviamos en fotografías por teléfono, a manera de cartas de amor y notas de voz, regresamos cuando tenemos más de un día sin saber el uno del otro, y aunque no tengamos mucho que decir, sólo queremos saber que todo está bien y que seguimos teniéndonos.
Sé que sabes lo que siento cuando te hablo por teléfono y no tengo nada que decir, sabes que te marco porque estoy en el peor momento de extrañarte y sólo quiero escuchar tu voz, saber que aun estás ahí para mi. Sé que entiendes que aunque soy fuerte a veces me quiebro, sobre todo si veo parejas felices en el parque y no puedo evitar abrazarte en mi pensamiento, con los brazos del alma, deseando que sientas mi cariño hasta donde estés. Todo eso me pasa cuando estoy lejos de ti.
La gente siempre dice que los amores de lejos son para los bobos, para los idealistas que creemos que el otro nos es fiel y nos ama incondicionalmente, que deberíamos despertar y darnos cuenta de la realidad: “probablemente ahora mismo esté con alguien más”. Sin embargo, por más que conozco personas, nadie será como tú. Por eso no puedo ni siquiera pensar en dar mi atención a nadie más. Al contrario, sólo pienso en todas las personas que están allá contigo. La gente a la que envidio, aquellos que pueden verte todos los días y no tienen idea de lo que se siente quererte como yo lo hago.
Sé que entiendes, como yo, lo importante de nuestra relación, lo fuertes que pueden ser los espacios de tiempo sin vernos, pues ellos ayudan a alimentar y fortalecer nuestro amor. Como en la música, los silencios suenan mejor cuando los acomodas en el lugar adecuado, así en mi corazón es el tiempo sin verte. Es básico, potente y le da vida a este amor.
Por otro lado, yo jamás he dejado de ser optimista. El reencuentro será pronto y cada vez es más especial que anterior porque siempre encuentras formas de hacerme sentir amada. Y si no fuera por toda la atención y cariño que a diario me haces sentir, no sería así mi emoción de verte cada vez que nuestros caminos se vuelven a juntar. Esos días en los que más te extraño siento que valen la pena hasta que nos volvemos a ver. Así que no importa cuantas llamadas tristes a media noche debamos aguantar si al final terminas recordándome cuánto vale la pena lo nuestro, porque la paciencia siempre es recompensada. Es lo único que tengo seguro en este amor, que de alguna manera u otra encontramos maneras de hacer que valga la pena nuestro tiempo separados. Admito que a veces creo en ti más de lo que debería y confío demasiado en el destino y lo que nos tiene preparado, porque aunque entiendo los problemas de las relaciones modernas y lo complicado que es estar con tu otra mitad sin pensar en cómo sería estar con alguien más, a pesar de todo eso, sigo sin rendirme en el amor. Sigo creyendo ciega y felizmente, porque si no hay esperanza no hay nada más. Si no creo de corazón en nuestro amor, nada podrá ser autentico, ninguna palabra podrá ser real.
Porque gracias a esta relación de larga distancia y desde el día que decidí que sería parte de ella, comencé a vivir un día a la vez, y siempre haciéndolo valer. Porque desde que te conocí nada volvió a ser lo mismo, cada día se ha vuelto importante porque me acerca lento pero seguro hasta el momento en que no volveré a dejarte ir nunca. Ese día en el que nada nos separare será cuando cosecharemos los frutos de un amor puro y verdadero. Sé que sucederá porque me lo recuerdas cada noche mientras hablamos por video llamada y me pides que no esté triste, porque lo que más te hace feliz es verme sonreír. Gracias a ti, mi amor de larga distancia, por hacerme sentir tan amada.