Se ha vuelto una tradición que las parejas realicen una sesión de fotos previa a su boda para comunicar a sus invitados que reserven la fecha (Save the date) para que los acompañen en ese día especial, pero con un toque creativo.
Emily y Jeremy decidieron salirse de lo convencional: no eligieron un paisaje, una casa, un jardín o un lugar turístico para sus fotografías de compromiso sino el restaurante de hamburguesas favorito de la novia, justo en donde el hombre le propuso matrimonio.