Aunque parezca complicado de creer, las mujeres siempre -o en la mayoría de los casos- coinciden en algo: la descripción de su hombre perfecto, físicamente hablando.
El chico ideal debe tener una espalda ancha, mirada profunda, linda sonrisa, unos brazos tipo Capitán América, abdomen de lavadero y una altura -por lo menos- unos centímetros mayor a la de la mujer.
Sea porque desde niñas, al ver las películas de Disney, se muestra que los príncipes tienen una estatura mayor a la de las princesas, o porque por estética una mujer es más bajita que un hombre, tal vez pienses en reconsiderar las características físicas que buscas en un chico al terminar de leer este artículo, ya que existen varias ventajas de andar con un chaparrito…
1. Son seguros
Un chico de baja estatura -seguramente- fue víctima de burlas por ser más pequeño que otros, algo que le ha ayudado a confiar en sí mismo, tanto en habilidades como en su físico. Cuando un hombre está seguro de lo que tiene, no hace escenas de celos injustificadas.
2. Diversión garantizada
Un hombre bajito sabe reírse de sí mismo; seguramente incrementará tu felicidad.
3. Estarás siempre protegida
Aunque un hombre alto es visto como protector, un bajito redoblará esfuerzos para hacerte sentir segura, cuidada y feliz.
4. Viven más años
Hay estudios que comprueban que un hombre de menor estatura vive más años.
5. Te hará lucir guapa
Con un chico chaparrito y unos tacones, parecerás tan alta como una modelo.
6. Son adorables
Hay muy pocos varones que lucen adorables; un hombre chaparrito da ternura y querrás abrazarlo siempre.
7. Podrás besarlo fácilmente
Dile adiós a ponerte de puntitas para alcanzar los labios de ese chico especial.
8. Son más comprometidos en sus relaciones
Los hombres bajitos tienen relaciones más largas que los altos, esto comprobado científicamente. Quienes miden menos de 1.73 metros de altura son más formales en sus relaciones de pareja.
9. Tienen más éxito
Los chaparritos están programados para hacer un esfuerzo doble en las áreas de su vida: practicar baloncesto, alcanzar una caja de un mueble alto, entre otras cosas. Estas dificultades los hacen ser más perseverantes y aguerridos.
10. ¡Adiós, tacones!
Un hombre de baja estatura es la excusa perfecta para que les digas bye a los tacones.