Dicen que las generaciones de hoy están perdiendo la capacidad de amar. Le han restado valor a un par de palabras que, aunque cortas, tienen un gran significado, estoy hablando del “te amo”.
Es sorprendente la cantidad de veces que he escuchado a las personas decir esta frase. En mi caso, sólo la he mencionado un par de veces, y no porque no haya amado, o porque sea una amargada, simplemente creo que un “te amo” no es una palabra cualquiera, tiene un gran significado. No sólo en una relación en pareja, sino en la vida en general.
Cada día me topo a más parejas que sólo llevan un mes de novios y ya se aman como si tuvieran una eternidad juntos. Quiero pensar que es por la emoción de estar enamorados, pero creo que cuando tienes tan poco tiempo con una persona no puedes amarla; ni siquiera la conoces bien. Dudo que haya un momento especifico para poder decir “te amo”, cada persona lo dirá cuando lo sienta, pero no es algo que se dé tan rápido. Y siempre hay que recordar que las cosas “demasiado rápidas” nunca terminan bien.
“Te amo” significa: estoy dispuesta a dar todo de mí. Conozco tus virtudes, pero sobre todo tus defectos y así te acepto. Siempre que me necesites estaré a tu lado y sé que cuando yo te necesite estarás ahí para mí. Quiero que seas parte del resto de mi vida. Haré lo posible por nunca lastimarte de ninguna manera, ni permitir que nadie más te lastime, porque estoy segura de que no me vas a lastimar. Confío en ti.
Significa que si algún día, por causas del destino, llegas a salir de mi vida en malos términos, siempre voy a estar aquí para ti, sin guardarte rencor, ni culparte de nada.
Un “te amo” es como algo sagrado que no se debería andar diciendo por ahí como si nada. Debería guardarse sólo para decirse unas cuantas veces en la vida, cuando una relación realmente sea valiosa e importante para ti.
Debemos aprender a ser celosos con nuestros “te amo” y entregarlos a las personas que de verdad lo merecen; incluso repartirlos correctamente entre amigos, familia y la persona que estará con nosotros por el resto de nuestra vida. Y de la suya.
No quiere decir que no puedas querer a mucha gente y repartir amor por todos lados, pero esas dos palabras con gran significado debes guardarlos para las personas que en verdad le dan sentido a tu vida, y si no lo sientes, fácil: entonces no lo digas.
Un “te amo” es algo más que decirlo. En verdad hay que sentirlo.