Ser estudiante no es sencillo, en especial cuando el periodo de exámenes se acerca; pareciera que su única finalidad es torturarnos hasta que la mente nos estalle y el sueño nos domine, por ello hay que encontrar soluciones rápidas.
Hacer trampa está mal, aunque a veces pareciera la única escapatoria que nos queda. Además puede tener su lado bueno, porque fabricar un acordeón o chuleta es lo mismo que tomar notas para estudiar.