El mundo se divide básicamente en dos tipos de personas: abiertos y tímidos, extrovertidos e introvertidos, descaradamente ruidosos y maravillosamente callados. Pero, ¿qué pasa cuando te das cuenta de que eres una combinación de ambos?
¿Qué sucede en la mente de una chica que es percibida como una persona extrovertida por quienes la rodean, y que cuando se le observa un poco más de cerca en realidad es un alma solitaria? Si eres una de esas personas, estas son algunas de las batallas que de seguro libras a diario.
1. No eres antisocial, eres social de forma selectiva
Simplemente eliges de forma cuidadosa con quien pasas el tiempo.
2. Eres difícil de “leer”
Cuando eres de ambas formas por igual, es muy común que coquetees entre una y otra. Digamos que tienes un nuevo interés amoroso: no pasará mucho tiempo para que descubra que la flama enciende tan pronto como se consume, y que no eres todo el tiempo la loca y salvaje mujer que lo atrapó de entrada.
3. En algún punto te convertiste en una persona de pocos amigos
De hecho no eres muy afecta a los grandes grupos, y las multitudes pueden llegar a abrumarte.
4. Contrario a lo que parece, las reuniones sociales formales como graduaciones y bodas en realidad no son lo tuyo
Y prácticamente cualquier evento que implique asistir por compromiso.
5. Puedes ser intensamente loca o totalmente tranquila
Algunas veces eres la persona más ruidosa y divertida y otras la más callada y observadora. Y te sientes cómoda con ambos rasgos.
6. Si estás en el ánimo adecuado, puedes ser el alma de la fiesta
Puedes bailar en la mesa, participar en competencias de shots hasta el amanecer y en general, disfrutar de ser el centro de atención.
7. Y después retirarte algunos días para recuperarte
Tu nivel de energía también depende del ambiente: a veces te nutres de la interacción con los demás y otras necesitas recargarte en completa quietud y soledad.
8. No sabes si conectarás con las personas
Aunque por más que hay ocasiones en las que te sientes terriblemente tímida y no sabes cómo serás recibida, en general es muy fácil que congenies con los demás.
9. A veces te cambias de acera para evitar a las personas
Pero cuando es inevitable interactuar con ellas, haces que parezca como si no hubiera nada mejor en el mundo.
10. Todo mundo cree que estás deprimida cuando sólo necesitas descomprimirte
Como la gente asume que siempre tienes ganas de salir y hacer algo, enloquecen cuando dices que necesitas pasar algún tiempo a solas. No asimilan que no estás deprimida y que cuando tienes los pies más puestos sobre la tierra y eres más feliz es cuando te encuentras en tu propio espacio.
11. Tus citas son extrañas: durante la cena sonríes y platicas y eres un encanto
Luego, no contestas los mensajes durante cuatro días porque… No sé, sólo quieres un poco de espacio.
12. Te han acusado de ser una mariposa social
Y lo gracioso es que en realidad sólo eres totalmente cercana a unas cuatro o cinco personas.
13. Hay un halo de misterio a tu alrededor que es totalmente involuntario
En realidad no hay misterio, simplemente no tienes necesidad de actualizar a tu círculo social sobre lo que pasa en tu vida cada dos horas.
14. Sin embargo, cada cierto tiempo te dedicas a actualizar tus redes sociales: no se trata de irse a los extremos, ¿verdad?
Es cierto. Por lo menos una vez has borrado todas tus cuentas por tiempo indefinido.
15. La gente se confunde contigo
Es fácil que te consideren una persona extrovertida, y puedes parecerlo, pero tu forma de procesar y ver el mundo es totalmente diferente. A pesar de que eres amable y te gusta hacer sentir bien a las personas, odias con todo tu ser las pláticas triviales y las evitas a toda costa. Muchas veces las personas pueden sentirse contrariadas por tus reacciones.
16. Todos piensan que eres la persona indicada para hacer la presentación, hablar con el jefe, dar el discurso…
Lo que no saben es que prácticamente vomitas de sólo pensarlo.
17. En un contexto adecuado, amas tener la atención de los demás
Pero es más frecuente que prefieras no ser la persona que todos están mirando.
18. La totalidad de tu ser es un completo enigma
A estas alturas no es necesario decir que tu talón de Aquiles es la indecisión.
19. Prefieres viajar sola
Una vez que llegas a tu destino, ya te puedes encontrar con el resto del grupo.
20. Te ha tomado años darte cuenta que en realidad eres tímida
Cuando le dices a la gente o incluso a tu propia familia simplemente que eres tímida, de pronto te miran y con los ojos muy abiertos sueltan un: “¡Oh, es verdad!”