Muchas de nosotras escribimos diarios en nuestra infancia y adolescencia. Para las que nacimos en los años ochenta y principios de los noventa era algo muy común. En la actualidad es un hábito que se ha perdido, quizás debido a la tecnología y a que ahora Facebook, Twitter, Snapchat e Instagram documentan nuestro día a día, al menos superficialmente.
De todas maneras, escribir un diario íntimo puede ayudarnos de muchas maneras, es algo muy simple de hacer y solo requiere unos minutos invertidos en nosotras mismas para escuchar nuestros pensamientos y poner en orden nuestras ideas, preocupaciones, sueños y metas. A continuación las razones y beneficios para empezar a escribir.
1. Tus tristezas serán más llevaderas
A veces no hay quién pueda escucharnos o aunque contemos nuestro problema a otras personas no encontramos la calma. En esos días tristes en los que parece perseguirnos una nube de pena y dolor, escribir es la mejor solución. Nuestro diario siempre estará ahí y lo mejor es que podemos desahogarnos las veces que sean necesarias hasta que la tristeza se disipe. Cuando lleguen tiempos mejores podemos volver a las páginas tristes y analizar las cosas desde otro punto de vista.
2. Sirve de autoconfesión
Cuando platicamos con nuestras madres, hermanas o amigas es normal omitir detalles, maquillar los hechos o decir algunas mentirillas, sobre todo de aquellos aspectos que nos avergüenzan. Pero al escribir en un diario no hay necesidad de mentirnos a nosotras mismas, ni de sentir pena por nuestros errores.
3. La memoria mejora
Generalmente los recuerdos de nuestra vida se borran con el tiempo para dar espacio a nuevas memorias. Es normal olvidar los detalles o las fechas pero si escribimos esas cosas que son importantes, siempre podremos volver al pasado con tan solo cambiar las páginas del diario y revivir las aventuras con nuestras amigas, el primer beso con nuestro galán o aquella vez que mamá nos hizo el día.
4. Es un espacio para reflexionar
Escribir nuestro día a día no solo es un recuento de los acontecimientos, también es un espacio para reflexión. Al ver en el papel las cosas que pasan, podemos leerlas una y otra vez y analizarlas, pensar bien cómo actuar cuando se vuelvan a presentar esos problemas o meditar sobre lo vamos a hacer.
5. Ayuda a ejercitar la materia gris
Actualmente la tecnología está haciendo que nuestros cerebros se vuelvan más perezosos, ya no necesitamos sumar, restar o multiplicar mentalmente porque tenemos calculadoras en nuestros celulares; ni preocuparnos por recordar eventos y números telefónicos. Es por eso que escribir y leer mantiene a nuestra mente activa y se ejercita la habilidad psicomotriz fina.
6. Sirve para planear mejor las metas y objetivos
Leyendo sobre nuestros días pasados podemos observar el cumplimiento de nuestros objetivos y entender si nos hemos quedado estancadas. El diario es una herramienta que nos permite planificar nuestras vidas y crecer como personas.
7. La mejor herramienta de introspección
Muchas veces nos engañamos a nosotras mismas o creemos que nos conocemos, pero cuando realmente sabemos quiénes somos y descubrimos cuáles son nuestras prioridades es cuando estamos a solas. Escribir nos permite explorar nuestras emociones y pensamientos, llegando a sorprendernos de las ideas que se gestan dentro de nosotras.
8. Ejercita la creatividad
No es necesario que siempre plasmemos palabras, también podemos dibujar o decorar sus páginas según el humor del día. Dejemos que nuestra imaginación nos guíe para ilustrar los pensamientos, reflexiones e impresiones del mundo que nos rodea.
9. Los secretos estarán bien guardados
A veces las amigas pueden abrir la boca, es por eso que las cosas más íntimas es mejor guardarlas para nosotras mismas. Un diario con nuestros secretos bien resguardados es la mejor opción para desahogarse. No debemos olvidar tener un escondite o conseguir una libreta con candado de combinación.
10. Suena aburrido pero la verdad es que es todo lo contrario
Recordar los acontecimientos del día puede resultar muy entretenido, sobre todo si disfrutamos de esos momentos con nuestras amistades o los osos de la persona odiosa del salón. A veces las cosas más simples son las que se vuelven más graciosas. Podemos añadir recortes, flores secas, boletos del cine o algo especial para darle más vida a nuestro diario.