El enfado, la ira, el odio o el coraje, son emociones similares que dañan nuestro cuerpo y nuestras relaciones, incluso con nosotras mismas. Por ello, Aristóteles planteó a la humanidad uno de los retos más grandes: “Enfádate con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto”.
Ciertamente, no resulta tan sencillo. Pero quienes han logrado cumplir el reto, se encuentran en paz consigo mismas y compartiendo las razones por las cuales aprender a perdonar se convirtió en su mejor opción.
1. Sólo buenas emociones
La ira te puede invadir durante una pelea o desacuerdo y tal vez se siente bien en ese momento, pero el perdón se siente mucho mejor a largo plazo.
2. Cero pensamiento tóxicos
Nada es más desgastante que pasar el tiempo deseando el mal a otros. Al perdonar aprendes a utilizar mejor tu tiempo, además te ayudara a entrar en un estado de armonía espiritual.
3. Sabes lo que quieres
Perdonar te obliga a trabajar profundamente en lo que pasó y evitar que pase de nuevo, mientras que la ira sólo es una salida al momento, que no te llevará a crecer.
4. Creas tu circulo social
Te vuelves más selectiva al seleccionar amigos o tu próxima pareja, pues reconoces a las personas que son dañinas para tu bienestar y quienes vale la pena mantener a tu lado.
5 No te estancas en la ira
Hacerle caso a bobos es engrandecerlos. Permanecer varada en el enojo es como festejar aquello que te hace daño.
6. Te vuelves empática
El perdón te ayuda a desarrollar la habilidad de ponerte en los zapatos del otro.
7. Sólo tú tienes el control
Cuando dejas al rencor y la ira dominarte, dejas que la persona que te lastima también lo haga, ya que toda tu energía se concentra en ello.
8. Corazón sano
Se ha demostrado que aquellas personas que perdonan tienen menos riesgo de sufrir un ataque al corazón.
9. Perdonar mejora tu salud
Mejoran los niveles de colesterol, la tolerancia al dolor físico aumenta, reduce la presión arterial, los niveles de ansiedad y el estrés, además ayuda a evitar la depresión.
10. Eres emocionalmente independiente
Al practicar el perdón comienzas a ver que no necesitas de otras personas para ser feliz o infeliz, pues el hecho de como te sientes depende totalmente de ti y del manejo de tus emociones.
11. Deja que el karma actúe
No importa lo que suceda con aquellos que te hicieron el bien o el mal. No es necesario que tomes venganza o te muestres agradecido, el karma se encargara de regresar a cada persona todo aquello que da.
12. Te vuelves responsable
El haber pasado por momentos de dolor te convierte responsable de tus actos para no lastimar a alguien más de la misma forma.
13. Te vuelves más humano
El perdón te enseña una de los más bellos valores de la vida. La humildad, algo que no es fácil de aprender en estos días.
14. Fortalece tus relaciones
Sabes que es inevitable meter la pata en una relación. No obstante aprendes a sobrellevarlo siendo más tolerante y relajada a la vez.
15. Dejas de ser ingenua
Existe una voluntad de aprender a través de lo que has vivido, para no dejar que pasen sobre ti y para tener cuidado de que en el futuro una situación similar no te controle ni te consuma.
16. Aprendes a amarte
Estar enfadada consigo misma igual a odiarse. Recuerda que para la alcanzar la felicidad debes aprender a perdonarte, aceptar sus errores, dejar ir y seguir adelante.
17. Reconoces tus emociones
Perdonar no es evitar la emoción del enfado, sino la aceptación del mismo en el momento adecuado, sabiendo que no esta mal dejar fluir ninguna de tus sentimientos, sino el permanecer en ellos por largos periodos de tiempo.
18. Eres más fuerte
Atravesar por circunstancias difíciles te ha obligado a madurar rápidamente, por lo tanto te has convertido en una persona más fuerte; gracias al perdón que has tenido que concederle a aquellos que te lastimaron.
19. Tus decisiones son firmes
Tomar una decision no es fácil y menos si se trata de perdonar a alguien, ya que una cosa es perdonar y otra olvidar.
20. Evitas el dolor
Las experiencias te hacen aprender a mano dura sobre aquello que le sirve y no a tu vida. Así que pronto reconoces lo que te hace sentir disgusto y te haces de lado, permaneciendo más tranquila.