Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos sentido que estamos fallando, que no podemos avanzar, que no hemos crecido como personas. Sin embargo, solemos hacer las cosas mejor de lo que creemos, sólo que no somos capaces de darnos cuenta porque somos nuestro más severo juez.
Se nos olvida detenernos por unos instantes para apreciar las pequeñas victorias que hemos tenido, por eso, tenemos para ti estos 20 indicadores de que lo estás haciendo mejor de lo que piensas.
1. Pagaste las cuentas de este mes
Y quizá hasta te quedó algo extra para gastar en cosas que no son prioritarias.
2. Te cuestionas a ti misma
No asumes que eres alguien perfecto con una vida perfecta. Cuando te preguntas a ti misma acerca de tu vida, tus metas, tus relaciones, significa que todavía estas abierta al crecimiento. Pero debes ser objetiva y consciente de ti misma. Las mejores personas llegan a casa al final del día con este pensamiento: “O… tal vez hay otra manera”.
3. Tienes un trabajo
No importa cuántas horas, cuánto te paguen, o qué clase de trabajo tengas, estás resolviendo tus necesidades cotidianas. No es un fracaso si te das cuenta de que valoras tu independencia y estás asumiendo tu propia responsabilidad.
4. Tienes tiempo para hacer lo que te gusta
Aunque “lo que te gusta” sea estar sentada en el sofá, pedir a domicilio algo para cenar y ver una serie o una película.
5. No te preocupa que comerás mañana
Por fin hay suficiente comida en tu refrigerador y en la despensa para que puedas incluso escoger lo que se te antoja.
6. Puedes comer porque lo disfrutas
Ya no se trata de una cuestión de supervivencia.
7. Tienes uno o dos amigos realmente cercanos
La gente suele preocuparse por la cantidad, pero con el tiempo descubren que el número de personas que consideran “amigos” no tiene nada que ver con ese pequeño circulo social con el que sienten intimidad, aceptación, comunicación verdadera y alegría. Al final del día, todo lo que queremos es tener en nuestra vida a esas pocas personas cercanas que nos conocen y nos aman tal como somos.
8. Puedes pagar tu pasaje del transporte público, una taza de café o la gasolina para tu auto
Las pequeñas comodidades, que muchas veces son también necesidades, no son un problema para ti.
9. No eres la misma persona que eras hace un año
Estás aprendiendo, creciendo y evolucionando. Puedes identificar claramente las formas en que has cambiado para bien y para mal.
10. Tienes el tiempo y los medios para hacer cosas más allá de lo mínimo
Tal vez has ido a un gran concierto en los últimos años, compras libros por puro placer o puedes hacer un viaje de un día a una ciudad vecina si lo deseas, y no tienes que trabajar todo el día para poder sobrevivir.
11. Tienes suficiente ropa
Ya sea un buen abrigo para el frío o prendas ligeras para el verano. Hasta un atuendo para ir a una boda o una fiesta, y por supuesto, para ir a trabajar cada día.
12. Puedes sentir lo que no está bien en tu vida
El primer y más importante paso es simplemente ser consciente. Ser capaz de comunicarte contigo misma: “algo no está bien, a pesar de que aún no estoy segura de cuál sería la mejor solución”.
13. Le dirías a tu yo del futuro: “¡Lo logramos!”
De hecho, muchas veces arrastramos hasta el presente los traumas que teníamos cuando éramos pequeñas. Para darte cuenta, sólo observa cómo se siente tu niña interior cuando escucha “vas a estar bien” frente a la situación que te causa conflicto.
14. Tienes tu propio espacio
No tiene que ser una casa o un departamento (aunque es genial si así es). Todo lo que necesitas es una habitación, una esquina, un escritorio, cualquier lugar en donde puedas crear o descansar; donde tú seas dueña y señora e impongas tus propias reglas. Ese pequeño mundo que es uno de los pocos espacios donde podemos ejercer control.
15. Has perdido relaciones
Más importante que haberlas tenido es el hecho de que tú o tu ex pareja no decidieron conformarse. Te abriste a la oportunidad de conocer a alguien más allá afuera.
16. Estás interesada en algo
¡Hay tantas opciones! Vivir una vida feliz, mantener mejores relaciones, el libro que lees, la sociedad o el eje sobre el que gira el mundo: hay algo que te intriga y te hace querer descubrir las respuestas.
17. Sabes cómo cuidar de ti misma
Sabes cuántas horas de sueño necesitar para sentirte bien al día siguiente, a quién recurrir cuando estás con el corazón roto, lo que te divierte sanamente, qué hacer cuando no te sientes bien, qué cantidad de comida requieres para mantener tu peso, en fin, conoces ―y procuras hacer― lo que es mejor para ti.
18. Estás trabajando por alcanzar una meta
Incluso si te encuentras agotada, si sientes que estás muy lejos de conseguirla, lo importante es que tienes un sueño para ti misma, aunque sea vago y pueda cambiar con el tiempo.
19. No te mantienes inflexible sobre lo que pueda pasar en tu futuro
Aquellas personas que son más felices y tienen éxito en sus vidas son las que pueden hacer de cualquier situación una ideal; que están inmersas en el momento y no buscan sólo obtener un resultado específico.
20. Has pasado tiempos difíciles
Puedes mirar los desafíos que enfrentas actualmente y compararlos con aquellas situaciones que pensaste que nunca superarías.
A partir de ello, piensa que puedes mantener la calma, pues sabes que al final del día, cualquier cosa se puede resolver. La vida no se hizo más fácil, tú te hiciste más inteligente.