Pruebas realizadas por el investigador y psicólogo Dr. Elaine Aron demuestran que una de cada cinco personas es altamente sensible. Se dice que estas personas se abruman fácilmente, que evitan los conflictos a toda costa y suelen ser vistas por los demás como alguien tímido.
Si tienes la creencia de que una persona sensible tiende a llorar e incluso a exagerar las cosas, lee este artículo en el que te mostramos 15 verdades que toda persona altamente sensible quiere que sepas y no se atreve a decir, así lograrás entenderlas mejor.
1. Ser sensible no me hace débil
Todo lo contrario. Mi sensibilidad me ha ayudado a aumentar mi intuición y crear la armadura que me protege en el camino.
2. Los conflictos no van conmigo
Simplemente no me gustan los conflictos, prefiero respirar profundamente y manejar la situación con calma, antes de enfadarme.
3. Los cambios sutiles me afectan
Sí, cualquier cambio sutil a mi alrededor me afecta, incluso si cambias tu tono de voz de manera abrupta frente a mí lograrás desconcentrarme y comenzaré a evaluar la situación rápidamente.
4. Mis emociones son intensas
Aunque me consideres débil, tímida o distraída. La verdad es que siempre estoy viviendo el momento, no importa si es alegría, tristeza, ira, miedo o una extraña combinación. Yo disfruto intensamente cada emoción.
5. Todo es parte de lo que soy
Tal vez me encuentres algo paranoica por evaluar firmemente el qué, quién, cuándo, dónde, cómo y por qué de cada situación. Pero me gusta entender a profundidad todo aquello que me rodea, ya que puede afectarme fácilmente.
6. Quiero relaciones estables
No me refiero únicamente a una relación de pareja; también mis amistades deben ser estables, ya que son las que me harán crecer como persona.
7. Te amo; te odio
¿Recuerdas cuando dije que estoy afectada por casi todo? Bueno, solo imagina lo que sucede cuando algo importante tiene cambios en mi vida: simplemente me convierto en una montaña rusa emocional.
8. Mi supersensibilidad me hace más empática
Incluso antes de que me digas cómo te sientes, ya sé lo que te ocurre. Si estás triste, preocupada, ansiosa o feliz seré capaz de percibirlo fácilmente, pues las emociones externas tienden a filtrarse en mi ser.
9. El cine no es lo mío
Ver una película el fin de semana nunca está dentro de mis planes. Curiosamente, mi alta sensibilidad me hace tener demasiada empatía con los personajes, haciéndome sentir en carne viva lo que vive cada uno.
10. Mantengo un bajo perfil
Las fiestas, conciertos o actividades que involucren multitudes no son lo mío. Muchas veces me catalogarás como alguien antisocial o pesada, sin tener en cuenta que ese tipo de ambientes me hacen sentir abrumada emocionalmente.
11. Pienso, luego actúo
La mayoría de las veces pensaré las cosas 100 veces antes de hacerlas, pues tomar una decisión rápida podría tener repercusiones.
12. Mis emociones también cuentan
Las demás personas me toman por una niña llorona, me creen incapaz de manejar mis emociones, ya que todo lo sobreexalto y muchas de las veces no me toman en cuenta.
13. Lloro fácilmente
Tiendo a llorar con frecuencia, pero no porque sea frágil. Independientemente de mis emociones, mis lágrimas tienden a traicionarme.
14. Tus palabras tiene poder
Incluso tus letras, la forma en que me hables, escribas o te dirijas a mí harán que reflexione de manera intensa sobre mi comportamiento, creándome una angustia incontrolable.
15. No puedo dejar de ser sensible
Lo siento, mi sensibilidad está aquí y llegó para quedarse; es la que me hace ser yo, aunque algunas veces puede ser difícil sobrellevarme.